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SEF EN CALI

  • Foto del escritor: Laura De La Pava
    Laura De La Pava
  • 11 mar 2016
  • 5 Min. de lectura

Lo que se cuenta a continuación no es más que la traducción desde la experiencia personal, del espacio y tiempo que el autor compartió con los artistas durante su estadía en la ciudad de Cali.

Desde la Capital Peruana llega un artista urbano invitado por el SUR FEST, evento que se llevo a Cabó hace varios días en la ciudad. Sef pinta realismos que llamen la atención de los niños quienes son para él, su público objetivo.



Motivado con la invitación de Hadok, Escritor de Graffiti peruano, Sef llega a Cali con Luis, quien es su fiel compañero fotógrafo, y por su puesto su pana de pintadas Hadok. enamorados de la capital valluna, estos peruanos van en busca de los mejores muros para dejar plasmados sus mensajes más profundos.


Para Sef el mensaje es claro; los niños son la fuente de inspiración de su arte urbano, sus expresiones están basadas en brindarle a los "chibolos", una fantasía de color que generalmente está guiada por un patrón de reconocimiento inmediato por un niño. Pintando realistas texturas, personajes de glucosa, soldados de chocolate en medio de batallas fatídicas con gomas de dulce, entre muchas creaciones admirables. Sef ha generado un concepto muy interesante: "La guerra de dulce" es algo que desde la mirada de un niño transmite expresiones creativas en medio del conflicto.


Sin embargo las miradas de la sociedad ante su arte son muy diversas: Lastimosamente el grandioso mural que Sef pintó para el 28 de Julio (día de las fiestas patrias Peruanas) como regalo u ofrenda a su ciudad natal para éstas fechas especiales, sobre una de las vías principales por la que pasaba el desfile; fue borrado en menos de 4 días y antes de que se celebrara dicho evento, puesto que para la comunidad allegada y vecinos el mensaje era demasiado violento.


Ahora en la capital Valluna la sensación es diferente, Sef y Hadok se sienten muy agradecidos por la actitud y acogimiento que han tenido los caleños con ellos, incluso muy impresionados de las amables actitudes colombianas. Estos jóvenes aunque cuentan con algunos patrocinios y ayudas, viven el arte y el graffiti desde su lado más social , sin dejar de lado las aspiraciones económicas que saben que pueden obtener gracias a su talento y que ya en otros momentos han podido disfrutar; lo que buscan de verdad es simplemente pintar, sin ningún interés más que el placer mismo. Esto quedó plasmado en la motivación que sintieron al ver el puente que atraviesa la calle 13 con primera, justo antes de la estación del MIO “Torre de Cali”, la expresión en sus ojos fue como la de un niño con un juguete nuevo.


Bajo éste desconsolado lugar se encuentran a diario infinidad de sucesos que para los peruanos podrían parecer peligrosos, primeramente; porque es un espacio del que hacen uso diversas personas y habitantes de la calle, que generalmente ensucian y dan un mal aspecto al sitio. Los peruanos deciden pintar, y al parecer la basura, desechos fecales, comida, animales muertos, y malos olores no son impedimento para realizar una obra de arte urbana.


Sef empieza calentando en Cali, con una granada de textura chocolatosa que pinta el segundo día de SUR FEST en el skatepark CaliDA ubicado en la unidad deportiva. trasciende los días siguientes en la cancha la Amistad en el barrio lleras Camargo (Siloé) donde se tira una pieza grande de un soldado de chocolate resguardado por su respectivo helicóptero de chocolate, una imagen muy atractiva para la vista de los niños de la cancha quienes quedaron felices con el muro.


Fuente: GDMT https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1658047724459217&set=rpd.100007620154080&type=3&theater



En medio del festival, Luis Serrano, amigo fiel de Sef, fotógrafo profesional e igualmente peruano; está haciendo sus capturas para llevar un registro de todo el evento, entre sus fotos, queda registrada la cara de una mujer del barrio con su hijo de brazos quien porta la camiseta de Colombia, la mujer mira hacia el horizonte y el niño hacía la cámara. A Sef le llamó mucho la atención dicha imagen, para él es un mensaje claro al afecto que le falta a muchos niños no solo de Siloé o de Cali, o de Colombia, sino también de Perú y del mundo entero. También le han llamado la atención los farallones que desde Siloé, se pronuncian entre las nubes, me pregunta sobre ese pico preponderante que se eleva entre la niebla. - Pico de loro le respondo, sin imaginar lo que ya tenía en mente.


Días siguientes en el Muro de la estación “Torre de Cali”; Sef y Hadok ya saben lo que quieren pintar, no tienen mucho dinero, tampoco pintura, no tienen ningún "sponsor", nadie que les pague por pintar, pero si tienen muchas ganas de darle un regalo a Cali. Gastándose todos sus pesos en latas, no visitaron ningún restaurante conocido, y aunque disfrutaron de la fiesta, no parecían estar en otra sintonía más que en pintar. Pintar en Cali, la ciudad que los enamoró desde sus muros, desde la gente, el ambiente, el buen trato y apoyo al arte urbano. Vendieron incluso sus objetos personales y con ayuda de los amigos del barrio Siloé quienes ayudaron haciendo una recolecta, compraron comida y líquido para los días de pintura. Durante 4 días Sef se dedicó a pintar una composición esplendida basada en la foto de su amigo Luis, de fondo pico de loro y unos patrones dorados que iluminan el muro verde, Sobre todo al pasar el MIO en las noches debajo del puente.


Las personas que pasaban podían quedarse 20 minutos o más, observando anonadados. las felicitaciones fueron innumerables, incluso los mismos habitantes de la calle, ayudaron a limpiar el sitio y felicitando y agradeciendo a los artistas, llenaron de motivación a estos peruanos.



Hadok se toma la parte trasera del muro de Sef haciendo una pieza gigante de letras llenas de detalles, para entender que ahí dice “HADOK” tal vez hay que tener un poco de experticia, o conocer del tema, viendolo desde el punto de vista de cualquier ciudadano, este tipo de arte urbano, que consiste en la escritura de caracteres, con especiales diseños y mucha creatividad. no es muy entendido por la comunidad en general, de hecho es difícil que el público lo aprecie. Sin embargo las felicitaciones que recibió, lo dejaron muy contento. “éste pinta mamarrachos pero, por lo menos le quedan bacanos” comenta un señor que va pasando frente al muro de Hadok.


Con ésta pintada y sin dinero en los bolsillos los artistas regresan Lima, queriendo volver a la ciudad Caleña, estudiando la posibilidad de conseguir alguna ayuda, alguna marca o empresa que quiera apoyarlos dándoles algún trabajo o algún patrocinio que les sirva de ayuda en su próxima visita.


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